12 de marzo de 2011

Comunistas contra el Apartheid: Recordando a Jean Middleton


Enviado por Óscar Gutierrez

"Me uní al Partido Comunista a principios de los sesenta porque parecía la forma más eficaz de protesta", explicó la sudafricana Jean Middleton en una vista de la Comisión para la Verdad y la Reconciliación celebrada en Johannesburgo (Sudáfrica) el 21 de julio de 1997. Una protesta que, armada de panfletos, octavillas y pintadas, llevó a Middleton, profesora de inglés nacida en Durban en el verano de 1928 en una familia blanca de clase media, a formar parte del proceso judicial Bram Fischer y otros 14. Fischer, blanco como el resto de los encausados, fue uno de los letrados de la infructuosa defensa de Nelson Mandela.

Middleton fue sentenciada en abril de 1965 a tres años de prisión por comunista y por difundir propaganda contra el Gobierno racista del apartheid. Tras la condena, se exilió en Reino Unido. Precisamente en Londres falleció el 14 de diciembre, a los 82 años, de neumonía.

"No nos trataban como a mujeres, solo nos trataban mejor que a la mujeres negras", reconoció durante la narración de su estancia en la cárcel de Barbeton para presas políticas blancas. Tres años antes, Mandela dio un paso firme para la reconciliación del país. En abril de 1994, el líder del Congreso Nacional Africano (CNA) ganó las primeras elecciones multirraciales de Sudáfrica. Y allí estaba ya la "camarada Middelton", como la llamó el CNA en su despedida, de vuelta para verle. No era la primera vez que coincidía con el ya Premio Nobel de la Paz.

Tras estudiar en Durban y graduarse en la Universidad de Natal, y divorciada tras un corto matrimonio, se unió en Johannesburgo al Congreso de Demócratas, formación hermana pequeña blanca del CNA y heredera del prohibido Partido Comunista Sudafricano. En aquellos convulsos años sesenta prestó su casa al líder sudafricano para verse en secreto con su mujer, Winnie, y sus hijas.

Tres meses de que Mandela fuera condenado a cadena perpetua, en julio de 1964, la policía llegó a casa de Middleton, pero antes ella corrió a triturar un documento y arrojarlo al retrete. "Estaba preparada para comerme el papel", reveló en las memorias Convicciones: recuerdos de una presa política (1998). A su salida de Barbeton, tuvo que marchar a Londres para poder ser profesora. Allí formó parte del sindicato de la enseñanza, el Partido Comunista, el movimiento contra el apartheid y colaboró con Radio Freedom, The Morning Star y la publicación del CNA Sechaba. El periodismo, a través del diario sudafricano Umsebenzi, y su compromiso volvieron con ella a Sudáfrica en 1991.

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