24 de mayo de 2010

Socialismo en Corea Democrática: inmensos avances en sanidad


Juan Nogueira López

Segun la Organización Mundial de la Salud, la medicina norcoreana es la envidia de muchos países en desarrollo


Hay noticias que, a las personas de izquierdas, no deberían sorprenderles y, sin embargo, si se refieren a Corea, son para ellas -cuanto menos- una gran sorpresa. La desinformación se suma al escaso crédito que se da a quienes intentamos contar nuestras impresiones sobre la realidad de esta revolución.

Sin embargo, ésta vez es la jefa de la Organización Mundial de la Salud (OMS), poco sospechosa de simpatizar con el socialismo coreano, la que rompe uno de los mitos sobre Corea: el sistema sanitario de Corea del Norte es la envidia de muchos países en desarrollo, dijo el pasado 30 de abril, debido a la abundancia de personal médico disponible.

Margaret Chan, es la jefa de la OMS y publicó sus primeras impresiones tan sólo un día después de regresar de una visita al país.

Chan afirmó que Corea del Norte no tiene falta de médicos y enfermeras, a diferencia de otros países en desarrollo, donde los trabajadores de la salud más formados suelen emigrar. Esto permite que Corea del Norte brinde un sistema de salud extenso, con un ’médico de cabecera’ que se encarga de unas 130 familias.

Este sistema tiene origen en los años 60, haciendo que muchos médicos trabajen fuera de los centros hospitalarios y estén encargado de un determinado número de pacientes, asignados por un criterio territorial. En los años 60, cada uno de estos médicos era responsable de 600 ciudadanos. Bajo este sistema, los galenos acuden regularmente a comprobar la salud de los habitantes, no sólo desde una perspectiva curativa, sino especialmente preventiva: condiciones de vida, condiciones de trabajo, aspectos higiénicos, aspectos culturales,... etc El médico se convierte en un agitador en cuanto a cuestiones de higiene y condiciones de vida.

Margaret Chan elogió la cobertura norcoreana en las campañas de inmunización y el cuidado a madres e hijos y subrayó que es alentadora la voluntad del Gobierno de Corea del Norte de trabajar con agencias internacionales, como el Fondo Mundial para la Lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria.

’Ellos tienen algo que la mayoría de los otros países en desarrollo envidiarían’, dijo Chan en su conferencia de prensa. Sin embargo, la jefa de la OMS no hizo hincapié en una de las razones por las que muchos ciudadanos de países en “vías de desarrollo” sentirían envidia: toda el Sistema de Salud norcoreano es público y gratuito. El sistema sanitario está establecido a todos los niveles, con centros nacionales, provinciales, de ciudad, distritales y de las cooperativas. También existen clínicas en los centros de trabajo, incluyendo fábricas, oficinas y granjas. Existen numerosos centros especializados. Sin duda, dentro de ellos, los más destacados son los de maternidad, pediatría y geriátricos, con numerosas clínicas en todo el país. Sin embargo, también existen centros especializados en oncología, salud estomacal, salud reproductiva y sexual,... etc

Además, en Corea se hace un gran esfuerzo en la medicina preventiva. Esto contrasta con el sistema sanitario occidental, centrado en la curación, ya que ésta es más rentable. Muchas de las enfermedades que sufrimos en Occidente se originan en las dinámicas de vida y trabajo que nos impone el capitalismo. Por eso, el remedio únicamente puede estar en fomentar unas condiciones saludables. Esto es imposible bajo el capitalismo, pero no en el socialismo. Por ejemplo, en Corea, todo trabajador tiene la posibilidad de ir de forma gratuita a spas y sanatorios. También se fomenta una vida activa en cuanto a deportes y otras actividades.

Chan pasó la mayor parte de su visita en Pyongyang y dijo que, por lo que había visto, la mayoría de la gente tenía la misma estatura y peso que otros personas en otros países asiáticos, aunque no vio signos de obesidad, problema cada vez más extendido en algunas zonas de Asia.

La jefa de la OMS descartó las noticias publicadas recientemente en reportes de prensa occidentales, según los cuáles, los norcoreanos sufren hambruna. Tampoco vio signos de malestar por la reevaluación de la moneda ni descontento político a raíz de la misma.

La valoración de Chan contradicen la evaluación de su antecesora, la social-demócrata Gro Harlem Brundtland, quien dijo en 2001 que el sistema de salud de Corea del Norte estaba cerca del colapso.

Esto no quiere decir que la situación sea idílica: las autoridades reconocen que hay un problema con la alimentación y, de hecho, el actual plan de desarrollo prevee grandes inversiones en el sector agrícola. ’La nutrición es un área a la que el Gobierno debe prestar más atención, especialmente a las mujeres embarazadas y los bebés’, sostuvo Chan.

Sin embargo, la jefa de la OMS también afirmó que ella no vio en su visita signos de desnutrición, sino que lo conoce a través de la información facilitada por el propio Gobierno, que es consciente del problema. Margaret afirmó que la situación podría ser diferente en algunas áreas rurales.

En cualquier caso, el informe de la OMS refleja la fortaleza del sistema de salud norcoreano, a pesar del bloqueo internacional, el cerco imperialista y las difícil condiciones climáticas.

Hay que recordar que el socialismo coreano elevó la esperanza de vida de los 38’4 años a 74’5 en 1995. Además, se han conseguido erradicar enfermedades epidémicas como el cólera, la encefalitis o el tífus. Desde 1958, no existen enfermedades venéreas y Corea del Norte es el único rincón del planeta sin ningún caso registrado de SIDA.

Deberían ser argumentos de peso para los revolucionarios, a la hora de contrarrestar la constante propaganda burguesa.

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