3 de abril de 2024

¿QUÉ SE ENTIENDE POR GUERRA CULTURAL?

El presidente de Cuba, Fidel Castro. (Foto: AP)

Por María Zaide.

La guerra cultural es aquella que promueve el imperialismo cultural, en especial EEUU como potencia líder del sistema capitalista, por el dominio humano en el terreno afectivo y cognitivo, con la intención de imponer sus valores a determinados grupos y naciones.

Es un concepto que, entendido como sistema, integra o se relaciona con elementos de otros términos que han sido de mayor uso como el de guerra política, guerra psicológica, guerra de cuarta generación, "smart power", golpe blando, guerra no convencional y subversión política ideológica.
 

¿EN QUÉ TERRENO SE DESARROLLA LA GUERRA CULTURAL?

El terreno en que se desarrolla la guerra cultural es sobre todo el de los modos de vida, las conductas, las percepciones sobre la realidad, los sueños, las expectativas, los gustos, las maneras de entender la felicidad, las costumbres y todo aquello que tiene una expresión en la vida cotidiana de las personas.

Lograr una homogeneización al estilo estadounidense en este campo, siempre ha estado dentro de las máximas aspiraciones de la clase dominante en EEUU, en especial, desde que su élite comprendió la diferencia entre dominación y hegemonía, y que esta última no podía garantizarse solo a través de instrumentos coercitivos, sino que era imprescindible la manufactura del consenso.
 

LA GUERRA CULTURAL CONTRA CUBA

La guerra cultural contra Cuba comenzó desde el propio triunfo revolucionario en 1959. 

Cuba ha enfrentado tanto los impactos de la oleada colonizadora de la industria hegemónica global -lo que Frei Betto denomina globocolonización-, como proyectos específicos de guerra cultural diseñados, financiados e implementados por el imperialismo estadounidense, sus agencias y aliados internacionales, con el objetivo de subvertir el socialismo cubano.
 

Al respecto señaló Ricardo Alarcón:

«La agresión cultural contra Cuba empezó en 1959 y no terminó con el fin de la “guerra fría”. No solo existe todavía sino que no cesa de aumentar. Conserva una dimensión encubierta, clandestina, dirigida por la CIA, pero, además, desde comienzos de la última década del pasado siglo tiene otra dimensión pública, descaradamente abierta. El caso cubano es, por estas razones, absolutamente único, excepcional.»
 

LA HISTORIA COMO CAMPO PREDILECTO DE LA GUERRA CULTURAL CONTRA CUBA

Uno de los campos predilectos de la guerra cultural de los EEUU contra Cuba, es el de la historia. Se manipula y tergiversa el pasado, se atacan sus bases más sensibles y simbólicas, precisamente porque se pretende barrer con el ejemplo de la Revolución Cubana desde su propia raíz.

Líneas principales en las cuales se observa la intencionalidad del enemigo para el desmontaje de la Historia:

✓ Exaltación de la década del 50 y la figura de Fulgencio Batista.

✓ Idealización del pasado capitalista, sobre todo en las esferas económicas y culturales y contraposición con los éxitos alcanzados por la revolución en estas esferas.

✓ Reescritura de nuestras guerras de independencia y revaloración de la burguesía nacional que emergió con la neocolonia.

✓ Sobrevaloración de los artistas e intelectuales cubanos que marcharon al exilio tras el triunfo de la revolución.

✓ Satanización del proceso revolucionario, sus líderes, artistas, e intelectuales comprometidos con él.

✓ Creación de sitios en Internet diseñados para fomentar la nostalgia por el pasado.

✓ Promoción de actitudes desmovilizativas, apolíticas y desideologizadas, entre artistas e intelectuales, fundamentadas en la historia.

✓ Hacer ver la revolución como un proceso de privaciones, agonías y sufrimientos. Eliminar la alegría de la épica revolucionaria y sus triunfos.

✓ La organización de eventos internacionales para analizar la historia de Cuba desde la perspectiva imperial, así como la edición de obras de traidores o enemigos de la Revolución.

 

El 2 de Abril de 1977, Fidel Castro dijo en la sede del Consejo de Estado de la República Democrática Alemana, Berlín: “Tenemos al imperialismo, al neocolonialismo y al capitalismo todavía en una gran parte del mundo, y tenemos el deber de seguir luchando por la transformación de la sociedad humana por los caminos correctos, los caminos revolucionarios, a la vez que preservamos la paz, para evitar que en su desesperación el imperialismo prefiera destruir la humanidad antes que ver el triunfo de la justicia en nuestro planeta”.

 

Fuente:

@ManicatoUArtDHML
@DebateManicatoUArtDHML


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